Cuando quieren reclamar todas las vías de comunicación son bloqueadas.
Si bien hay mucha información, como así también, múltiples antecedentes sobre el accionar de las estafas piramidales, aún así, todavía hay personas que creen en esas falsas promesas de ganar mucho dinero de manera fácil.
En esta oportunidad, más de 300 dolorenses fueron estafados por la aplicación WFJ, una plataforma china que, como ocurre en estos casos, ofrecía ganancias exorbitantes a través de la presunta comercialización de perfumes, vinos, electrodomésticos y otros productos de primer nivel.
Era evidente que jamás pagarían ganancia alguna: primero, porque los productos no existían, ya que solo aparecían de manera virtual; segundo, porque los beneficios que presuntamente darían eran demasiado generosos.
El trasfondo que siempre sostiene un sistema piramidal es nutrirse del ingreso de nuevos participantes para pagar los supuestos beneficios.
El problema, que suele ocurrir siempre en los esquemas Ponzi, es que en un momento puntual la gente deja de ingresar y ya no hay dinero para pagar.
A esto se suma la estrategia de los estafadores de retirarse en un momento determinado, quedándose con todo el dinero ingresado por quienes fueron engañados. Cuando quieren reclamar todas las vías de comunicación son bloqueadas.
Hay que agregar que, en el reiterado accionar siempre utilizan mecanismos de promoción, personas conocidas que invitan a sumarse, grupos donde se comparten las experiencias exitosas para persuadir a nuevas víctimas.
En el caso de Dolores, esta aplicación habría auspiciado, por ejemplo, un torneo de la Liga Independiente de Fútbol.
Más allá de la cantidad de dolorenses estafados, por el momento no se registraron denuncias ante la Justicia.