El femicidio de una joven de 18 años sacude a la ciudad bonaerense de Rojas, que en la noche del lunes se movilizó a la comisaría local en una marcha que terminó con incidentes.
Úrsula Bahillo, de 18 años, fue asesinada a puñaladas en el paraje rural de Guido Spano, por su ex pareja, Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, efectivo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que fue detenido cerca del lugar del hecho.
La víctima ya había realizado denuncias por violencia de género y la Justicia le había impuesto una orden de restricción el 5 de febrero.
La policía de Rojas "aprehendió en flagrante delito al sospechoso, quien prestaba servicios en el Destacamento Covico del partido de San Nicolás, pero estaba con licencia psiquiátrica hace unos cinco meses".
¡Ella gritó! Pidió desesperadamente ayuda, lo denunció, 18 denuncias hizo y ¡se le rieron en la cara! Ella dijo 'si un día no vuelvo rompan todo'; ella lo dijo, se veía muerta, que este día iba a llegar porque nunca la cuidaron, él la seguía, la amenazaba, no la dejaba en paz, ¡no podía estar tranquila nunca! ¡La siguió, la secuestró y la mató! Era una muerte anunciada...", denunciaron en un posteo de Instagram que lanzó la proclama #JusticiaPorUrsula.
El asesinato de Úrsula generó protestas. Los amigos y familiares de la joven se convocaron en la Plaza San Martín y todo terminó con balas de goma, corridas y personas detenidas.
En el marco de la protesta, una camioneta policial Toyota Hilux que estaba estacionada frente a un colegio, fue incendiada y empujada contra el edificio policial. También hubo marchas y protestas frente a los domicilios de dos fiscales y de un juez de paz.
Según un informe policial, unas nueve personas, entre ellos cuatro menores de edad, fueron demoradas por los disturbios y resistencia a la autoridad. Todos ellos serán notificados de la formación de la causa y recuperarán la libertad en las próximas horas.