Un matrimonio quiso ingresar a Miramar evitando un retén de la Ruta 77 y al tomar un camino alternativo quedaron con su auto literalmente colgado sobre un montículo de tierra.
Los ocupantes del automóvil intentaron entrar por la fuerza a la ciudad para no pasar por los controles de seguridad y eligieron una peligrosa maniobra sin medir las consecuencias.
Según se pudo saber, al intentar sortear el terraplén dispuesto sobre un camino vecinal que desemboca, entre otros sitios, en la escuela N° 15 del barrio Santa Irene, el Volkswagen Bora quedó trabado y el conductor junto a su pareja no pudo continuar camino.
El vehículo, que no contaba con seguro para circular, fue retenido y trasladado al depósito del Área de Tránsito.