Hace tres años que vende CD o perfumes y durante todo el año ahorra una parte de lo que gana, para cuando lleguen las fiestas poder acercarles una caja con productos navideños a las familias de nuestra ciudad que más lo necesitan.
Mirando a su mamá que orgullosa y emocionada lo escucha, Mariano dice: “Afortunadamente a mí no me falta nada, por eso con lo poco que tengo pensé que podía ayudar a las personas que atraviesan situaciones económicas difíciles”.
El joven también destaca el apoyo de su familia, que lo acompañan a realizar las compras, a preparar las cajas y acercarlas a las familias, en las que trata de poner una importante cantidad de productos.
“Ayudar no quiere decir dar lo que te sobre, cuando hago las compras las hago como si fueran para mí, elijo buenos y variados productos, las cajas tienen que ser abundantes porque la mayoría de las familias tienen muchos hijos.”
Además de las cajas navideñas que hace tres años reparte en esta época, durante todo el año también se acerca a familias o casos puntuales que necesitan alimentos, ropa, pañales o leche.
Para este año suma un nuevo sueño que espera cumplir y es poder acercar un juguete a los chicos que tienen la ilusión de la llegada de los Reyes Magos.
Si bien Mariano en un primero momento no quería dar a conocer esta acción solidaria que sólo su familia sabe que realiza desde los 15 años, luego consideró importante dejar como mensaje que “ya sea de manera individual o colectiva, todos podemos ayudar, pensar en que hay alguien que no la está pasando bien y le podemos dar una mano”.
Un adolescente bien plantado, con ideas claras y sentimientos genuinos que no quiere ser ejemplo de nada pero que, sin duda, marca un camino, abre los ojos y llega al corazón con una acción solidaria llena de amor y respeto por el otro.
Ojalá su mensaje llegue, su espíritu solidario trascienda y su iniciativa contagie…