El hermosos momento en que un cóndor baja a la tierra a saludar a quien lo salvo, rescató, curó y cuidó cuando era pichón.
Ocurrió en Neuquén, cuando Eduardo encontró al animal con una de sus patas heridas. Se hizo cargo de él durante un tiempo y luego lo soltó. Pero tiempo después esta majestuosa ave se hizo presente, como muestra de gratitud y agradecimiento.
Una de las aves más grande del planeta dando una gran lección: Más allá de lo alto que puedas llegar, nunca te olvides quien te ayudo a volar...