Todos los 7 de agosto se celebra el Día de San Cayetano, el patrón al que los fieles le piden pan y trabajo.
La vida de este Santo se caracterizó por ayudar al prójimo, por su entrega a las personas más necesitadas y, sobre todo, se destacó por su manera austera de vivir, entregando todo lo que tenía.
El origen de esta celebración se remonta al 7 de agosto de 1547, el día de la muerte de San Cayetano.