Tal como estaba previsto, el Papa Francisco llegó a Santiago Chile a las 19.13 y fue recibido por la presidenta Michelle Balechet, quien lo acompañó por la alfombra roja hasta el automóvil oficial que lo trasladó hacia el primer evento oficial.
Además de la mandataria, estuvieron presentes obispos locales en el inicio de la segunda visita oficial a ese país de un jefe de estado de El Vaticano. La última fue hace 30 años.
En su llegada a Chile, Francisco se salió del protocolo y se acercó hasta una grada a saludar a un grupo de voluntarios. Además, fue recibido con un show musical a cargo de una banda de jóvenes.
Desde el aeropuerto de Santiago, fue rumbo a la la iglesia San Luis Beltrán, en medio de un fuerte operativo de seguridad, luego de los atentados sobre los templos religiosos ocurridos en los últimos días.
En sus primeras declaraciones hizo referencia a los abusos de niños en Iglesias Chilenas: "No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", frase que generó un extendido aplauso de todos los presentes en la recepción realizada por las autoridades de Chile en el Palcio de la Moneda.
Durante el recorrido por las calles de la capital chilena, Francisco fue con la ventanilla del auto abierta saludando a miles de fieles que se acercaron para verlo. En la catedral, brindará rezará y luego hará un paseo en el papamóvil.