Sólo seis de las 77 personas que viajaban en el vuelo 2933 de la polémica empresa LaMia lograron sobrevivir al choque contra el Cerro Gordo.
Tres de ellos eran futbolistas. El lateral Alan Ruschel fue el primer jugador hallado por los rescatistas, luego apareció el portero Jackson Follmann y, por último, socorrieron al defensor Hélio "Neto" Zampier.
A Jackson Follmann tras el accidente, tuvieron que amputarle la pierna derecha y operar su tobillo izquierdo. "Voy a tratar de familiarizarme con mi nuevo cuerpo y espero adaptarme rápido. Y quién sabe si pueda estar en unos Juegos Paralímpicos de aquí a unos años. Hay muchas cosas que quiero hacer, y en primer lugar voy a aprender todo sobre mi nueva condición", afirmó el ahora ex jugador pero que sigue ligado a Chapecoense siendo embajador del equipo y da charlas motivadoras basadas en su dramática experiencia.
Hélio Zampier Neto fue el último de los rescatados. Uno de los socorristas decidió persistir en la búsqueda de supervivientes cuando estaban por terminar y escuchó unos quejidos entre los restos de la aeronave. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por una lesión en el tórax y por varias lesiones en la cabeza, pero su recuperación siguió bien.
En enero de este año volvió a caminar por sus propios medios y diagnosticaron que su carrera futbolística podía seguir en pie. Cuando el Chapecoense comenzó la pretemporada con muchas caras nuevas, ya que tuvo que contratar casi toda una plantilla completa y todo un cuerpo técnico, "Neto" estuvo en el vestuario con muletas, para enviar un mensaje de apoyo a sus nuevos compañeros y transmitirles su intención de volver a vestir la camiseta del Chapecoense.
Alan Ruschel, tras el accidente, fue sometido a dos cirugías en la columna y corrió riesgo de quedar parapléjico, pero dio batalla y ha vuelto a jugar al fútbol. En enero de este año comenzó a trotar y en marzo ya trabajaba con peso y con balón. Su avance fue sorprendente y tuvo unos minutos de juego en el amistoso ante AS Roma en el estadio Olímpico, donde convirtió un gol de penal y lo celebró apuntándole al cielo.
Los tres coinciden en que salir vivo de un accidente aéreo de semejante magnitud es prácticamente lo mismo que resucitar.