Se sabe que el amamantamiento brinda, además de la mejor nutrición, inmunidad y un apego seguro. Ahora, recientes investigaciones aseguran haber descubierto la manera de lograr una mejor aceptación de los vegetales durante la infancia.
Además, todo lo que la mujer consuma durante el embarazo y la lactancia llega a su hijo, primero por la placenta y luego a través de la leche materna. De ahí que en ese tiempo deba tenerse especial cuidado con lo que la madre toma y come, en pos de no "transportar" al organismo de su bebé alcohol, medicamentos u otras sustancias.
Así, los científicos habrían encontrado el secreto para que los niños adquieran el saludable hábito de comer verduras, que muchas veces tanto cuesta a los padres establecer. Según los investigadores, los bebés cuya madre come muchos vegetales en su dieta mientras amamanta tendrán muchas menos probabilidades de rechazar esos alimentos cuando deban comenzar a incorporarlos a su alimentación.
Y tras asegurar que los recién nacidos expuestos al sabor sutil de las verduras a través de la leche materna se acostumbran mejor a la presencia de ellos en su dieta, los investigadores remarcaron que "esto hace menos engorroso el proceso de servir 'verdes' en el plato cuando comienzan a comer sólidos".