El fiscal de la causa considera que hubo al menos culpa de los adultos que se negaron a dar a luz en un sanatorio.
La tragedia ocurrió el 11 de mayo pasado en Neuquén. Una pareja llegó a la guardia del hospital Bouquet Roldán con una beba en brazos ya sin vida y dijeron a los médicos que el parto se había desarrollado de forma imprevista en su auto, en el trayecto de la localidad de 25 de Mayo hacia la capital. Los médicos no les creyeron.
A los pocos días, la jueza Carolina García dispuso un allanamiento en el domicilio de la pareja y constató que el alumbramiento se había producido allí bajo la convicción del "Parto respetado en domicilio". No hubo entonces médico, partera ni asistencia sanitaria ninguna.
"La fiscalía no persigue el parto domiciliario. No es una cuestión ideológica", dijo el fiscal de la causa, Maximiliano Breide Obeid. "Lo que estamos imputado es el hecho de que no se tomaron los recaudos médicos del caso. No hubo médico, no hubo partera, no hubo siquiera una ambulancia lista para llevar a un paciente en caso de emergencia", agregó.
El código neuquino prevé una audiencia primaria en la que se hacen conocer los cargos. La pareja fue notificada de que se les imputa homicidio culposo con una pena de hasta 25 años de prisión. Sin embargo, el fiscal corroboró que se está trabajando para aplicar una pena sustitutiva que podría consistir en tareas comunitarias y un curso de concientización sobre el tema.
"No estamos hablando de una pareja que no pudiera entender lo que pasaba. Es de una condición social media-alta que entendía claramente el riesgo que podían correr", explicó Breide Obeid. Y ahondó: "No creemos que la pena venga a solucionar lo ocurrido. Todo lo contrario. Pero creemos que se actuó de manera culposa".