“La quinta pata de la noticia” es el nuevo programa periodístico en la Televisión Pública. Dos conductores y siete panelistas trabajando sobre una agenda de actualidad.
El periodismo de los conductores
El artículo de La Nación que promocionaba el programa apuntó a diferenciarlo de los contenidos que había generado el kirchnerismo: “’La quinta pata de la noticia’ llega esta noche a la TV Pública como la antítesis de 678”, de modo que la pregunta más interesante en la previa era cómo se proponía el macrismo representar la pluralidad en el prime time de la televisión.
Antes de llegar al minuto de aire Damián Glanz, otrora columnista en Todo Noticias y ahora conductor de la Tv Pública, repitió la definición: “Este es un espacio plural” y adelantó que el jefe de gabinete Marcos Peña sería el primer invitado del programa. Unas horas antes había anunciado en su cuenta de Facebook que empezaba un gran desafío: “Con datos y con respeto. Y entrevistas a los protagonistas de las noticias. Sin restricciones”.
A su lado estaba Marcela Pagano, la otra conductora, egresada de la Universidad Argentina de la Empresa y periodista en Clarín desde el 2011. Pagano adelantó que hablarían del blanqueo propuesto por el gobierno en el Congreso.
En los programas de panelistas sabemos que el moderador es quien administra la palabra, quien habilita la intervención o la recorta. Es el papel que juega Santiago del Moro en “Intratables”: el editor que con sus intervenciones va construyendo la línea editorial del programa. Tiene el poder del cierre, es quien presenta los temas y quien los acota con la excusa de “tenemos poco tiempo”. Glanz y Pagano interpretan ese papel.
Panelistas
Con la presentación del invitado se abrió el juego y los panelistas empezaron a jugar su rol. La primera decisión editorial fuerte fue enfrentar a Marcos Peña con las declaraciones de alto voltaje de Carrió en el programa a A dos voces de TN contra Ricardo Lorenzetti, Adolfo Prat Gay y Gabriela Michetti.
Uno de los primeros en tomar la palabra fue Santiago Fioriti. “¿Hay una interna?”, disparó. Fioriti es periodista de la sección Política de Clarín y se mostró preocupado por demostrar que estaba al tanto de todos los roces al interior de Cambiemos. “Hay que desdramatizar –dijo Peña- Carrió es una persona muy importante en nuestro espacio”. Un rato después, el mismo periodista le preguntaría si eran ciertos los rumores que corrían en la Casa Rosada sobre que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, estaba con problemas anímicos a raíz de las medidas que se habían tomado.
Llegó el turno de Cecilia Boufflet, quien trabajó en Perfil y en la revista Noticas. Boufflet hoy es redactora de La Nación y desarrolla el portal vil-metal.com.ar dedicado a contenidos económicos. En su perfil de Linkedin se define como “periodista especializada en temas de economía y finanzas personales”. Su mejor momento fue el cruce con Peña por las cuentas en el exterior de los funcionarios.
– Macri prometió repatriar los 18 millones de dólares que tiene en el exterior. ¿Esta es una regla no escrita para todos los funcionarios?- preguntó después de leer una larga lista de funcionarios con capitales en el exterior.
-Es una decisión personal de cada uno- aclaró rápido Marcos Peña.
– ¿No es muy difícil que Prat Gay le pida a los inversores que inviertan en Argentina cuando los funcionarios…?- insistió Boufflet.
– Esa es otra discusión, pero no hay ninguna regla escrita sobre esto- cerró el debate el jefe de gabinete.
Un programa periodístico en la Televisión Pública del macrismo que invita a un periodista que trabajó para Página/12 y Tiempo Argentino, es una apuesta. Y Diego Schurman sostuvo su posición. El periodista preguntó varias veces a Peña sin conseguir respuesta: ¿Había que pedirle disculpas a los capitales españoles? Tres veces preguntó Schurman y tres veces fue esquivado por el jefe de gabinete. Pero lo más importante fue la pregunta sobre el veto de la ley antidespidos que Peña resolvió hablando, en abstracto, de un acuerdo entre el gobierno, las cámaras empresarias y los sindicatos.
Quizá el momento más complicado en la noche del funcionario llegó cuando Olivia Sohr, periodista deChequeado.com y socióloga, consultó al ministro por las medidas que estaba pensando el gobierno, mientras llegaban las inversiones, para favorecer a los que menos tienen. Peña trastabilló y dejó a entrever que en esa área no hay plan.
Los otros tres panelistas no entraron en ritmo y su aporte fue escaso. Ignacio Olivera Doll, que viene de tres años en Ámbito Financiero y escribió para BAE y El Cronista; Jessica Bossi que trabajó en los diarios La Nación, Perfil y en la revista Noticias y Juan Agosto, ex columnista político del programa “Dady TV”, que conducía Dady Brieva y fue también redactor de Tiempo Argentino.
La oposición invitada
La prueba de pluralidad llegó en el último tramo del programa con tres diputadas opositoras como invitadas. Myriam Bregman del Frente de Izquierda de los Trabajadores, quien recordó que la familia Macri empezó la dictadura con siete empresas y terminó con 47. Cecilia Moreau del Frente Renovador que, en el bloque dedicado a la corrupción, pidió que “la plata que se robaron del Estado tiene que volver al Estado” y Lucila De Ponti del Frente Para la Victoria, que aclaró que su fuerza política estaba en contra de que se atara la ley de blanqueo de capitales al pago a los jubilados.
De Ponti fue, sin duda, a la que le llegaron las preguntas más difíciles -sobre todo en relación a la corrupción- pero encontró el camino de salida advirtiendo que esos hechos deben ser evaluados por la Justicia y no por los medios de comunicación.
El macrismo se comunica
Las estrategias de comunicación del gobierno macrista se van trasformando con la coyuntura. Este programa es una muestra clara de su poder para adaptarse y hasta se podría decir, para mejorar. La televisión pública tuvo en su prime time informes sobre el paro de la Central de Trabajadores de la Argentina, sobre la marcha que tendrá lugar mañana bajo la consigna #NiUnaMenos, la oposición presente, el oficialismo enfrentando preguntas serias y hasta un pequeño debate sobre la legalización del aborto donde Bergman se encargó de recordar que en Argentina mueren 300 mujeres al año por abortos clandestinos.
Mientras los medios hegemónicos vuelven invisibles cientos de miles de personas en las calles por el aniversario del golpe militar o en el acto del 1° de mayo, el macrismo comprende la necesidad de formalizar un “debate con respeto”. Eso sí, en su casa, con sus reglas y con muchos periodistas que trabajan o se formaron en los medios que hoy lo protegen.
Glanz, cerró el programa diciendo: “para nosotros el debate es un servicio público” y la pregunta es hasta cuándo esos debates serán dados por representantes y ante las cámaras de televisión y no en la calle, con movilización y lucha.