La elaboración de productos aptos para celíacos surgió por la demanda de la comunidad dolorense que requería este tipo de alimentos
En una de las escuelas agrarias más antiguas de la provincia de Buenos Aires, ubicada entre las rutas 63 y 2, de la localidad de Dolores, los alumnos estudian, elaboran y suman valor agregado a los productos que consumen y venden a la comunidad. Desde hace dos años, además, fabrican dulces y mermeladas aptas para celíacos.
La Agraria N°1 “Osvaldo Magnasco", tiene 106 años de historia y una trayectoria en la elaboración de agroalimentos que logró el reconocimiento de la sociedad. Los productos que allí se realizan no sólo se consumen en el comedor escolar sino también se venden en las estaciones de servicio y puestos a la vera de la ruta que conducen a la Costa Atlántica.
La elaboración de productos aptos para celíacos surgió por la demanda de la comunidad dolorense que requería este tipo de alimentos. Desde hace dos años, los alumnos y docentes comenzaron a trabajar con las pruebas de laboratorio que les permitieron realizar los dulces y las mermeladas que ahora se venden en distintos puntos de la ciudad.
Las producciones, que se realizan en el marco de las prácticas profesionalizantes que la escuela lleva a cabo con los alumnos de 7º año, han pasado todas las pruebas de calidad. “Los profesionales locales recomiendan a sus pacientes el consumo de nuestros productos”, aseguró la directora del establecimiento educativo, Karina D'Amore.
Según detalló la docente, el objetivo que se persigue es “generan valor agregado a la materia prima que se obtiene en la escuela, de manera tal que lo producido en la huerta, en los montes frutales, en la cría de porcinos, aves, conejos o en el tambo permita generar microemprendedores”.
En este sentido, la docente consideró que la escuela no sólo prepara a sus alumnos para poder seguir los estudios superiores sino que, además, los forma como sujetos preparados para realizar sus propios emprendimientos.
Un ejemplo de esto lo constituye el alumno Franco Antonelli, quien tras egresar, comenzó a trabajar en la elaboración de “Cerveza Vikinga”, que es hidromiel. El joven, ya estableció su propia marca a la que denominó Cinco Escudos y que actualmente es su medio de vida.