Un estudio liderado por científicos australianos reveló que las grasas "no se queman" sino que "se exhalan" cada vez que se realiza una rutina de ejercicios.
En el mundo del fitness es común oír la frase "quemar grasa" cuando se hace referencia a que el tejido adiposo se eliminaría del sistema con ejercicio mediante la transpiración.
"La transpiración no 'quema' grasas. Muchas veces, luego de una sesión exigente de ejercicio la persona suele pesar menos, aunque esto no significa que haya adelgazado. La realidad es que solo eliminó los kilos que tenía 'en agua', por lo que una vez que se hidrate los recuperará", explicó Diego Funazzi, licenciado en alto rendimiento deportivo.
A veces se produce una sensación de ardor que ayuda a mantener el mito de que el cuerpo está quemando grasas, pero no es así. Esa reacción surge debido al efecto del ácido láctico, que de manera natural comienza a rodear los músculos cuando una persona hace ejercicios.
Luego de una sesión demandante, el ácido láctico puede causar fatiga muscular ya que se relaciona con el calcio en el cuerpo. La prueba principal de esto es cuando el cuerpo "no puede más" y es incapaz de completar más repeticiones.
A veces se produce una sensación de ardor que ayuda a mantener el mito de que el cuerpo está quemando grasas, pero no es así. Esa reacción surge debido al efecto del ácido láctico, que de manera natural comienza a rodear los músculos cuando una persona hace ejercicios.
Luego de una sesión demandante, el ácido láctico puede causar fatiga muscular ya que se relaciona con el calcio en el cuerpo. La prueba principal de esto es cuando el cuerpo "no puede más" y es incapaz de completar más repeticiones.